martes, 13 de julio de 2010

En la lluvia del patio

Guardo el grato recuerdo de una noche con lluvia
sentados en la banca del patio oscurecido.
Bajo el árbol abierto como verde paraguas
charlábamos de cosas distintas al amor.

El aire estaba cargado de humedad
y ella entró a la casa un momento.
Como una luz delgada apareció en la puerta
cargados los brazos con muñecos sombríos.

Uno de ellos era vudú, y la magia de sus ojos
los de ella, cayó sobre mí al instante.
La invité a clavar alfileres en aquel cuerpo blando
ella sugirió cortarle el cabello.
Le dije que si hacía las dos cosas
al día siguiente me iría a la oficina
con el pelo muy corto y un intenso dolor de articulaciones.

Se hizo tarde. Nos despedimos durante media hora.
Charlábamos de cosas distintas al amor.
Aquella noche aprendí a respirar su cercanía.
Su figura temblaba como una hoja con frío.

Guardo un grato recuerdo y en las noches con lluvia
mi boca se ilumina para hablar de aquel patio.
Como si me escuchara mi tierna luz delgada, semejante a una flor
escribo hasta que el verso termina de contarle
mil cosas parecidas a la palabra amor.

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